Somos el primer eslabón (A) en la cadena de nuestra democracia. Somos los que decidimos que políticos no queremos.

3 de febrero de 2012

Un plan si, una desacuerdo no.


Ahora vuelven a escena política otro tema que levanta ampollas, como si no tuviéramos bastante con la que está cayendo económicamente hablando, ahora el Plan Hidrológico saca las pinturas de guerra, las pancartas y a los ciudadanos de una y otra región. Y todos tienen razón, es el agua es de todos.

Habrá que pensar cómo se reparte, y que sea un plan consensuado y duradero, que no tengamos que volver a levantar más divisiones entre ciudadanos. Es preciso conocer que plan tiene cada Comunidad, implicando también a los Ayuntamientos y la sociedad civil, si es necesario, por consulta popular. No es tarea sencilla.

Ahora lo que toca es tener propuestas para que el agua, elemento escaso, pueda ser redistribuida, y seguro que habrá momentos puntuales, o temporadas que una Comunidad, o Municipio se basará agua a otra Comunidad, y en momentos puntuales de mínimos también deberá recibir agua que garantice esos mínimos, un plan de máximos y de mínimos.

Pero el fondo de la cuestión, ahora es cuanto nos costaría una inversión así para garantizar la igualdad entre españoles. Podemos en estos tiempos de contención pública hacer una cosa así, sería una participación privada con derecho a explotación de una conexión nacional de canalizaciones de aguas. Lo que no deberíamos caer en privatizar un bien común, y por escaso, difícil de repartir al gusto de cada consumidor.

El asunto es ponerse manos a la obtención de resultados, antes que tener que utilizar el derecho a la reivindicación en la calle, que esto pueda ser utilizado de forma partidista y en provecho de los ciudadanos.

Fuente de la entrada: ciudadanopacogarcia.blogspot.com

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