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12 de octubre de 2011

A Ramón Jáuregui



Nada ha cambiado en el nacionalismo catalán en treinta años, no quieren puentes, quieren quejarse

Francesc de Carreras

La Vanguardia. Francesc de Carreras Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB

Ramón Jáuregui, actual ministro de la Presidencia, tiene una personalidad política cuya dimensión va mucho más allá del cargo que hoy, circunstancialmente, ocupa. En el País Vasco, en Madrid e, incluso, durante su breve etapa como parlamentario europeo, ha dado innumerables muestras de inteligencia, capacidad de trabajo, honestidad personal y afán de concordia. Nadie que le conozca un poco puede ponerlo en duda.

Esta semana se han celebrado unas jornadas de reflexión política en Sant Benet del Bages con estrellas invitadas de alto nivel : Felipe González, Joaquín Almunia, Artur Mas, Jordi Pujol, Miquel Roca y Antonio Garrigues, entre otros. Clausuró Ramón Jáuregui. Según la crónica de La Vanguardia del miércoles, el ministro de la Presidencia se mostró desolado: "Ustedes –dijo a los políticos y empresarios catalanes allí congregados– también tienen que escuchar que quienes hemos querido construir (puentes) también nos sentimos decepcionados. No me siento correspondido cuando veo este sentimiento en Catalunya. Y me pregunto: ¿qué nos ha pasado?".

Jáuregui se refería a ciertas intervenciones anteriores, entre ellas las de Pujol y Roca, que alertaban sobre "la ruptura entre Catalunya y España" y la incomprensión de España ante las posiciones nacionalistas catalanas, entre ellas, naturalmente, la sentencia del Estatut y, supongo, otras resoluciones judiciales sobre la política lingüística de la Generalitat. Como ejemplo, Pujol había dicho el día anterior: "Algo se ha roto: se acabó la confianza. Muchos, ni yo ni otros, ya no confiamos en España. Llevo 65 años de trabajo basado en la confianza, pero todo esto en lo que algunos pusimos mucha ilusión no funciona. Ha fracasado la política de autoafirmación de Catalunya en el marco de España".

"¿Qué nos ha pasado?", se pregunta dolido Ramón Jáuregui. No ha pasado nada, Ramón, es la cantinela de siempre, llevamos treinta años escuchándola. Tú conoces bien el nacionalismo vasco: el catalán es parecido, no te engañes. Hacerse siempre la víctima frente al enemigo de toda la vida no es nada nuevo. Aquí no hay argumentos, hay simple manipulación de sentimientos; todo vale. Nada ha cambiado en los nacionalistas catalanes durante treinta años: no quieren puentes, quieren quejarse. Para ellos la autonomía no es una finalidad sino una etapa, un mero peldaño hacia la independencia. Pero no tienen prisa para llegar a la meta, prefieren ir acumulando poder y disfrutarlo sin que les molesten.

Ahora estamos en la fase de mostrar su "desconfianza hacia España" en la que hasta ahora, dicen, "tanto habían confiado". No les creas, pura hipocresía, es lo que ahora, por estrategia, les conviene decir. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado ya en treinta años? Tú tiende puentes, es tu manera de ser, pero no esperes que te correspondan.

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